… y aquí concluye la serie Delicatessen [Jean-Pierre Jeunet, 1991, IMDb]. Esta canción para cello y sierra me parece de una belleza oxidada y estremecedora, como la película misma. Fotogramas oxidados para contarnos que el hombre puede ir más allá del instinto y las tripas vacias, siempre que pueda subirse a un tejado a mirar al horizonte y a alcanzarlo con las notas de un serrucho (aunque sea oxidado)
Otras películas del director:
La ciudad de los niños perdidos
Alien 4: resurrection
Amelie (o mucho mejor:Le Fabuleux destin d’Amélie Poulain)
Largo domingo de noviazgo
De la canción de Mastretta hay una versión instrumental realmente espectacular que no podéis dejar de oir. Se puede escuchar en la web www.mastretta.com accediendo a discografía (menú inferior), después a “DVD Mastretta en el Sol” (menú superior). Es un poco lenta al principio, pero una delicia para los oídos.
La película The Omega man (1971) o “El último hombre vivo” protagonizada por Charlton Heston, es un remake prematuro de “El último hombre sobre la tierra” (1964). Ambas basan su guion en el libro “Soy Leyenda” de Richard Matheson (publicado en 1958). Aunque pocos catalogan The Omega man más que como una película aceptable, en mi opinión merece el calificativo de sobresaliente, aunque eso sí, únicamente en sus primeros 15 minutos, los mismos que tarda el último hombre vivo en pasar a ser uno más de entre todo un elenco de personajes (¿pero no era el último?). Lo que el título y el inicio de la película prometen, mostrándonos las calles de una ciudad desierta que un hombre recorre a su antojo, registrando las casas una a una, cambiando de coche o ropa en las tiendas abandonadas, podrían dar lugar a un film execpcional si alguien se atreviese a rodarlo. Pero en Omega man, siguiendo el argumento del libro de Matheson, Neville resiste a diario a una horda de desfigurados subhumanos (vampiros en el libro) que se empeñan en acabar con el. La guerra nuclear entre China y la Unión Soviética acabó en guerra bacteriológica extendiendo un virus letal (se deja sentir La Guerra Fria coetánea a la película). Los pocos supervivientes quedaron desfigurados, albinos, fotofóbicos, y para colmo de males, con un trastorno de la conducta que les lleva a vestir un look muy fashion en tiempos de la inquisición. La Familia, que así se autodenominan estos mutantes, se han organizado en una congregación de tintes religiosos que rechaza todo tipo de ciencia y tecnología, pues la máquina ha dejado de servir al hombre para traerle la destrucción. Durante la noche recorren la ciudad borrando todo vestigio de la antigua sociedad, quemando cuadros, libros, y todo objeto tecnológico. Además, acosan al protagonista, el último hombre, quien representa al hombre viejo, el causante del apocalipsis. Acabar con el es cerrar el ciclo del hombre viejo para dar lugar al hombre nuevo, redimido por sus estigmas y deformidades. Cuando el ser humano se convierte en singular frente a los mutantes que son legión, cabe la pregunta de quién es el normal, de quién es el verdadero monstruo. Eso se reflexiona en una de las escenas claves en la que Mazias, el lider de la Familia, interroga a Neville, que representa al hombre de la ciencia, al hombre de la razón. Mazias es el hombre oscurantista, dogmático que acusa a la ciencia de todos los males que ha sufirdo la humanidad. Pero hay que plantearse si la ciencia y el saber tienen en si mismas un contenido moral, o la moralidad la aporta el hombre al hacer uso del saber. Son cosas muy manidas hoy día, pero es la pega que tienen resucitar a los clásicos.
Neville es el último hombre porque pudo inyectarse a tiempo una vacuna experimental en la que él mismo estaba trabajando. Durante el film se encuentra con un grupo de jóvenes humanos no contaminados, que vienen a diluir una vez más la potencia de la idea original (creo que ya lo he dicho, ¿pero no era el último?)
Se acercan remakes. Están rodando “I am legend” protagonizada por Will Smith [+]
Una película que es ya un clásico de la Ciencia ficción. Una película que puede dar de sí todo lo que el espectador esté dispuesto a poner de su parte. Los ingredientes están, pero puede verse como un divertimento estúpido, un experimento estético, o un camino para reflexionar sobre la humanidad, la tecnología, la biotecnología…
Selección de escenas:
El último hombre vivo [The Omega man, 1971 USA, Boris Sagal, IMDb, el Trailer]