3 thoughts on “Transparencia imperfecta”

  1. las sombras de esa “imperfección” parecen las de una planta carnívora.

    …en esa caja no se pueden guardar secretos, por la transparencia y por ser carnívora.

    :p

  2. la caja transparente carnívora me hizo acordar de los trabajos de Lazlo Moholy Nagy, que busqué en google porque no voy a mentir: ese nombre lleno de Zs,Hs e Ys jamás lo aprendí a escribir. Lo busqué además porque hacía una especie de móviles, chirimbolos extravagantes basados en el movimiento y la luz cuyo nombre no recuerdo y no pude encontrar en la web grrrrrr que me recordaron a tu foto.

    “Siguiendo la esencia del hecho conocido, elimina todo vestigio de tecnología, no existe la cámara, no existe la óptica. Únicamente utiliza la luz. Pero no se conforma con eso, sino que además elimina de la imagen resultante todo vestigio reconocible.
    Sus imágenes pueden ser vistas desde cualquier posición, no existe una forma predeterminada de verlas. Las figuras resultantes son totalmente abstractas, no reflejan ninguna realidad.
    Con este planteamiento, Moholy-Nagy se alinea con los constructivistas europeos, no partidarios de reproducir la realidad, sino de producir nuevos elementos con los medios que el hombre dispone, acorde con la idea de hombre-máquina, es decir, hacedor de todo tipo de objetos nuevos a partir de lo existente.”

    “hitos de Lazlo Moholy Nagy, producidos en la Bauhaus (Alemania 1919/1933). Uno es un “modulador de luz” 1921-30, una maquinaria que proyecta luces que cambia el concepto de lo que hasta ahora creíamos era una obra de arte: un objeto. El modulador proyecta luces, y la obra es la luz. La obra de arte perdió su materialidad ¿Qué hubiera dicho Platón de estas imágenes proyectadas que nos remiten a su Mito de la Caverna?”

    En fin… odio no encontrar como se llamaban los chirimbolos de Lazlo.

  3. un colega con el que trabajo a ratos sí a ratos no, compró un libro de la Bauhaus en una librería de viejo y dentro se encontró una fotografía de Moholy Nagy !!! sentado en el quicio de una puerta en la época en que era profesor. La tiene enmarcada.

    Es curioso, porque mi caja no proyecta luces, sino sombras. Es la antítesis del modulador de Moholy, así que lo bautizaré: ¡el Antichirimbolo!

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